A pesar de ser natural de Torrijos, las ocupaciones profesionales de don Arturo se encontraban en Madrid, donde regentaba la firma Zaid, un establecimiento dedicado a la confección de lencería fina y que estaba ubicada en la calle Arenal. Así que su idea inicial fue la de construir una vivienda para descansar los fines de semana, pero decidió aprovechar las nuevas instalaciones para montar también una granja avícola. A medida que el negocio fue prosperando, la finca se fue ampliando con nuevas dependencias destinadas a guarreras, caballerizas de borricos y mulas, almacenes de aperos de labranza y un paloma, convirtiéndose así en una completa explotación agrícola y ganadera. La edificación del chalet se acabó de construir en 1950, como así lo acredita la inscripción grabada en el reloj de sol colocado sobre uno de sus muros y que todavía puede verse.
Las pasiones de don Arturo fueron la jardinería y los libros, y de ambas podemos dar buena cuenta a día de hoy. Los jardines actuales siguen en su mayor parte la distribución existente y muchas de las especies plantadas en aquella época aun se conservan; o como la impresionante biblioteca, convertida ahora en sala multimedia destinada a albergar reuniones de empresa, que guarda varias ediciones de singular valor, para deleite de bibliófilos. A mediados de los años setenta, el chalet familiar sufrió una nueva remodelación, esta vez para acoger la llegada de su hija Marichele junto a su esposo, el Dr. Gregorio Sánchez de Rivera.
Ahora, una vez convertido en hotel, son sus nietos los encargados de regentar este negocio familiar.
Hotel La SAlve & SPA
mercadillo 23-11-15 from Hotel La Salve on Vimeo.